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Los Amigos de Andres | El Viejo del Sombreron






90 años de robo y corrupcion por parte del PRIAN o como usted querido lector quiera llamarle, influyentismo, compadrazgo, abrian sido suficientes para hacer de este pais una tienda de abarrotes donde todos agarraban nadie pagaba, y con la esperanza de cuarta transformación llego la esperancita que anunciaba morena y don #ganso .... le invitamos a leer este reporte de la Periodista Independiente Beatriz Pagés.


Nota: si usted siente una fe religiosa por el #presidente Lopez, le recomendamos no leea esto.





El viejo del sombrerón

21 de mayo de 2020 | Por Beatriz Pagés


Armando Guadiana, “el viejo del sombrerón”, será uno de los principales beneficiarios del acuerdo emitido por la señora Rocío Nahle, secretaria de Sener, para frenar el desarrollo de las energías limpias en el país.


¿Quién es “el viejo del sombrerón”? Legislador del partido Morena, presidente de la Comisión de Energía en la Cámara de Senadores y un prominente empresario que siempre ha visto favorecido por los gobiernos de Coahuila.


Un personaje folclórico, que siempre ha hecho negocios oscuros al amparo del poder y que hoy goza del privilegio de caerle bien al presidente de la república.


Desde que López Obrador andaba en campaña, Guadiana se dedicó a un coordinador al tabasqueño de las energías limpias, la solar y la eólica, eran caras e inútiles. Le dijo en alguna ocasión que no resolvería el problema de la demanda eléctrica y que no generaría suficiente potencia para la industria del acero.


El presidente, por lo visto, le compró a Guadiana, todos y cada uno de sus dichos. Detrás de la gran intención expropiatoria e ilegal de la Secretaría de Energía en contra de las energías limpias, está, entre otras razones, el gran propósito del beneficiario del negocio carbonífero de Armando Guadiana.


Es cierto que el gobierno busca que las plantas de la CFE funcionen con la enorme cantidad de combustible que están produciendo las refinerías, pero la declaración de guerra a las empresas solares y eólicas tiene, también, otro trasfondo.


El 4 de mayo de 2019 López Obrador, acompañado por “el viejo del sombrerón”, prometió a los trabajadores de las minas de Coahuila que la Comisión Federal de Electricidad les compraría carbón.


En esa ocasión, el mismo Armando Guadiana declaró que habían logrado un negocio millonario para los mineros con la CFE, incluso podrían tener una relación comercial equivalente a 360 millones de toneladas.


Varias fuentes de información señalan que pocos días después de haber tomado posesión como presidente de la Comisión de Energía, sus empresas iniciaron trámites para vender a las carboeléctricas Carbón II y José López Portillo 800 mil toneladas de carbón.


En una de sus tantas verborragias, el senador carbonífero dijo que la CFE pretendía construir otra planta de ese tipo para romper con la dependencia que México tiene con Estados Unidos en materia de gas, lo que hace suponer que el gobierno está dispuesto a regresar a los tiempos del anafre con tal de beneficiario los intereses económicos de la Cuarta Transformación.


En realidad, AMLO, desde hace tiempo, ya no sabía cómo cumplir con las empresas de su amigo el sombrerudo. El 28 de marzo, subió desde La Rumorosa un video —con los generadores de energía eólica de fondo— para aparecer como un defensor indignado de la naturaleza: “¿Cómo se atrevieron a dar permiso para instalar estos ventiladores?” Y sentencia: “¿Nunca más permisos para afectar el medio ambiente, para la contaminación visual, hay que restringir la naturaleza”?


¿La naturaleza o los negocios de Guadiana?


Ser hoy amigo del presidente López Obrador tiene ventajas extraordinarias, más que cuando gobernaban los "corruptos", "mafiosos", y "autoritarios" políticos del PRI o los "reaccionarios", "conservadores" y "apátridas" de la derecha. Acceda a contratos multimillonarios sin licitación, de manera directa, y con la ventaja de poder ser presumidos impunemente, sin que importe incurrir en conflictos de interés, como lo hace el sombrero.


Como bien reza una ocurrencia humorística que navega por las redes: Si López Obrador tuvo un compadre que vendiera molcajetes, prohibió la venta de licuadoras.


Su amigo Guadiana no vende molcajetes, pero sí carbón y el presidente de la moral y la decencia han limitado la generación de energía limpia para los beneficiarios de los negocios corruptos y contaminantes del legislador de marras.


Los consejos del "sombrerón" se reunieron con el presidente, pero sobre todo el país en un serio conflicto internacional. Tan serio, que AMLO tuvo que comenzar a recular. Ahora resulta que ya no es la contaminación ambiental el problema, como lo dijo en La Rumorosa, tampoco la epidemia, como se menciona en el acuerdo de Sener, sino el saqueo y el influyentismo de las empresas extranjeras.


Si eso es cierto, ¿cómo calificaría, entonces, los abusos los excesos y el influyentismo de "el viejo del sombrerón".


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